Una vez más, Dogecoin (DOGE) se coloca en el centro de la atención del mercado. Datos on-chain revelan que las llamadas ballenas están acumulando grandes cantidades de DOGE. Mientras tanto, pequeños inversores de corto plazo venden sus tokens de forma prematura, en muchos casos asumiendo pérdidas.
Lejos de ser un signo de debilidad, este fenómeno puede señalar una consolidación saludable y una transferencia de riqueza hacia manos más fuertes y convencidas.
En los últimos días, las ballenas —carteras que poseen entre 100 millones y 1.000 millones de DOGE— han acumulado 330 millones de tokens. Este agresivo movimiento de compra ocurrió precisamente durante una corrección de hasta el 16% en el precio, que marcó un suelo local el martes 19.
Ese mismo día se registró un evento de capitulación: 271,41 millones de DOGE fueron vendidos con pérdidas por parte de inversores de corto plazo, es decir, aquellos que habían comprado sus tokens en los últimos 30 días. Según datos de Santiment, la rentabilidad de este grupo cayó hasta apenas el 9%.
Acumulación de Dogecoin
Expertos del sector ven esta dinámica como un proceso natural e incluso positivo para el ecosistema de Dogecoin a largo plazo. Jordan Jefferson, CEO de DogeOS, lo explica así: la comunidad estaría “eliminando cazadores de precios de corto plazo, mientras los creyentes de largo plazo incrementan sus reservas”. De esta manera, la oferta migra hacia manos más firmes, más preocupadas por el futuro de Dogecoin que por las fluctuaciones diarias del gráfico.
Este escenario de acumulación y capitulación no ocurre en el vacío. Se desarrolla en paralelo a hitos fundamentales. Recientemente, 21Shares presentó una solicitud formal para un ETF de Dogecoin. Aunque la SEC retrasó la decisión, la propuesta otorgó un aire de legitimidad institucional a la criptomoneda. Además, la adquisición de una minera de Dogecoin por parte de una empresa vinculada a la familia Trump añadió más expectativas y especulación alrededor del activo.
Para Jefferson, esta es la clave para entender el comportamiento divergente:
“Los titulares cambian rápido, y los especuladores minoristas se dejan llevar por la ola”.
Las ballenas, en cambio, parecen mirar más allá, reconociendo que DOGE avanza con pasos firmes hacia el terreno institucional y aplicaciones en el mundo real.
Más que una señal de futuras caídas, esta corrección seguida de fuerte acumulación apunta a una fase de consolidación robusta. Para el mercado, puede ser la calma necesaria antes de una posible tormenta positiva, lo que indica que los fundamentos de Dogecoin podrían estar fortaleciéndose incluso cuando su precio muestra debilidad.
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