Robert F. Kennedy Jr. suspende su campaña presidencial, pero sus denuncias sobre la crisis de la democracia y la salud en EE.UU. marcan el debate político.
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Robert F. Kennedy Jr. suspende su campaña presidencial citando obstáculos insuperables y censura.
Critica fuertemente la transformación del Partido Demócrata y la censura mediática en EE.UU.
Alerta sobre la crisis de salud en el país, atribuyéndola a la corrupción y políticas de alimentación.
El 23 de agosto de 2024, en un emotivo discurso en Las Vegas, Robert F. Kennedy Jr., candidato independiente a la presidencia de Estados Unidos, anunció la suspensión de su campaña presidencial.
Acompañado de voluntarios y simpatizantes, Kennedy explicó que su decisión no se debe a una derrota, sino a la convicción de que el sistema democrático que él había conocido y en el cual su familia había prosperado, ha sido corrompido hasta el punto de hacerlo irreconocible.
La partida de un demócrata histórico
Kennedy, quien comenzó su vida política como un ferviente demócrata, describió su desencanto con el Partido Demócrata actual.
Recordó su primera convención demócrata a la edad de seis años en 1960, cuando su familia y el partido eran los campeones de la Constitución, los derechos civiles y la transparencia en el gobierno.
Sin embargo, asegura que el partido de hoy es irreconocible, habiendo abandonado sus principios fundamentales en favor de la censura, la guerra y la corrupción corporativa.
Kennedy fue especialmente crítico con la forma en que el Partido Demócrata, bajo la administración de Joe Biden, manejó la censura mediática y suprimió el debate político. Argumentó que el partido ha recurrido a tácticas autoritarias para mantener el poder, eliminando la competencia y evitando que los votantes tengan opciones reales en las elecciones.
La lucha contra la censura y la crisis de salud
Una de las principales razones por las que Kennedy decidió suspender su campaña fue lo que llamó una “censura sistemática y control mediático implacable” que le impidió llevar su mensaje a los votantes.
A pesar de que en encuestas superaba en popularidad a otros candidatos, los medios de comunicación alineados con el Partido Demócrata, según él, bloquearon sus apariciones y entrevistas, impidiendo que su mensaje llegara al público masivo.
Además de sus preocupaciones sobre la democracia y la censura, Kennedy también alertó sobre una crisis de salud pública en Estados Unidos, a la que atribuye un sistema alimentario corrupto y una industria farmacéutica descontrolada.
Señaló que la incidencia de enfermedades crónicas ha aumentado dramáticamente en las últimas décadas, afectando a un gran porcentaje de la población, especialmente a los niños.
Kennedy responsabilizó a las políticas alimentarias y a la exposición a productos químicos tóxicos como las principales causas de esta crisis.
Propuso que, con un cambio de liderazgo y una reforma radical en la política alimentaria, Estados Unidos podría revertir la epidemia de enfermedades crónicas en pocos años.
El camino hacia adelante
Kennedy también compartió su visión para el futuro, expresando su apoyo a Donald Trump, a quien describió como el único candidato dispuesto a negociar un fin rápido a la guerra en Ucrania y a enfrentar la crisis de salud crónica que asola a la nación.
Aunque reconoció que tiene serias diferencias con Trump en varios temas, afirmó que están alineados en cuestiones cruciales como la libertad de expresión, la seguridad fronteriza y la reforma de las agencias regulatorias capturadas por corporaciones.
Finalmente, Kennedy hizo un llamado a la unidad, recordando a los estadounidenses que, a pesar de las diferencias, es posible unirse en torno a la protección de los niños y la restauración de la salud pública.
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