Cuando el estado quiebra: El oscuro futuro de la deuda estadounidense

Expertos advierten que Estados Unidos se encamina hacia una crisis de deuda soberana sin precedentes, con pasivos que superan los USD $175 billones. ¿Podrá el gobierno cumplir sus promesas o sucumbirá al colapso financiero?

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El gobierno de EE.UU. admite que debe más de USD $175 billones, una cifra astronómica e impagable
Expertos advierten que la crisis de deuda soberana podría desencadenar un colapso financiero global
El estado podría confiscar activos privados para tratar de cumplir sus obligaciones, en un escenario devastador

En un reciente análisis del Informe Financiero del Gobierno de los Estados Unidos de febrero de 2024, salió a la luz una realidad alarmante: la deuda total del país supera los USD $175 billones, una cifra astronómica que incluye pasivos por seguridad social y Medicare.

Esta revelación ha encendido las alarmas entre economistas y expertos, quienes advierten que Estados Unidos se encamina hacia una crisis de deuda soberana sin precedentes, según detalla WSJ.

Un hoyo negro financiero

Cuando un estado quiebra, es como un agujero negro que succiona todo a su paso. En un intento desesperado por mantenerse a flote, el gobierno podría verse tentado a confiscar activos privados y a imprimir dinero sin control. Brent Donnelly, un reconocido analista financiero, sugiere que los USD $177 billones en activos de hogares y organizaciones sin fines de lucro podrían ser utilizados para pagar la deuda.

Sin embargo, esta cifra incluye todo lo que poseen los estadounidenses, desde fondos de cobertura hasta fideicomisos personales.

La realidad es que el gobierno federal sólo recaudó USD $1,86 billones el año pasado, una cifra ya inflada por el gasto deficitario.

Además, el dólar ha perdido alrededor del 25% de su valor real desde 2020. Si se liquidaran los activos privados o si ocurriera una crisis financiera, el valor de esos USD $177 billones se desplomaría.

Promesas incumplibles

El gobierno de Estados Unidos ha hecho una serie de promesas que parecen cada vez más difíciles de cumplir. Durante décadas, los políticos han ofrecido generosos beneficios de seguridad social y Medicare a los ciudadanos, sin asegurar una fuente de financiamiento sostenible. Ahora, con una población que envejece y una deuda que se dispara, estas promesas se están convirtiendo en un lastre insostenible para las finanzas públicas.

Pero las obligaciones del gobierno van más allá de sus propios ciudadanos. Estados Unidos también ha hecho promesas a sus aliados en todo el mundo, desde garantías de seguridad hasta ayuda financiera. Mantener estos compromisos requerirá un flujo constante de recursos, que un país abrumado por la deuda puede no ser capaz de proporcionar.

Además, el gobierno federal ha acumulado una gran cantidad de deuda con acreedores nacionales y extranjeros. Estos incluyen individuos, empresas, fondos de inversión y gobiernos extranjeros que han comprado bonos del Tesoro de EE.UU., confiando en la capacidad del país para pagar sus deudas. Si Estados Unidos no puede cumplir con estos compromisos, la confianza en el dólar y en la economía estadounidense podría desplomarse.

En un intento por cumplir estas promesas, el gobierno podría verse tentado a tomar medidas extremas. Esto podría incluir aumentos masivos de impuestos, recortes drásticos en los servicios públicos o incluso la confiscación directa de activos privados. Tales acciones podrían desencadenar una crisis económica y social, ya que los ciudadanos y las empresas luchan por proteger su riqueza y mantener su nivel de vida.

En última instancia, la incapacidad del gobierno para cumplir sus promesas podría socavar fundamentalmente la fe en las instituciones públicas. Si los ciudadanos sienten que no pueden confiar en su gobierno para cumplir sus compromisos, el tejido mismo de la sociedad podría comenzar a deshilacharse. En un mundo ya agitado por la incertidumbre económica y la agitación social, este escenario es profundamente preocupante.

A medida que la crisis de la deuda se intensifica, se hace evidente que el gobierno de Estados Unidos puede haber prometido más de lo que puede cumplir. Cómo el país navegará este desafío sigue siendo una pregunta abierta, pero una cosa es cierta: las decisiones tomadas en los próximos años tendrán profundas consecuencias para la economía, la sociedad y el futuro de la nación.

Un futuro incierto

La perspectiva de una crisis de deuda soberana en Estados Unidos plantea interrogantes sobre el futuro de la economía global.

Si la supuesta “deuda libre de riesgo” resulta ser el activo más riesgoso del mundo, las consecuencias podrían ser devastadoras

¿Podrá el gobierno estadounidense encontrar una salida a este laberinto financiero o sucumbirá al colapso? Sólo el tiempo lo dirá, pero las señales son preocupantes.

En este contexto, las criptomonedas y blockchain podrían emerger como refugios de valor ante la incertidumbre. Mientras tanto, la inteligencia artificial continúa avanzando, con el potencial de transformar industrias y economías enteras.

En un mundo al borde del abismo financiero, la innovación tecnológica podría ser la clave para construir un futuro más estable y próspero.

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